Nadie dijo que sería fácil.
Viajar sola es como ser mamá. Se cometen mil errores, uno va aprendiendo en la práctica y por más que te digan cómo es, nadie te lo puede enseñar hasta que lo vives.
Pero mi mamá me tuvo con buena estrella y esa, por suerte, pareciera ser que aún no me abandona.
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