miércoles, 14 de abril de 2010

El obsequio

Hoy Londres por fin me regalo ese instante de felicidad que pensé que había sido ayer pero no, fue hoy e hizo que la sonrisa se me pegara en la cara por todo el rato que duro. Esta si fue verdadera alegría.

Me preparaba para comenzar mi regreso a casa de casi una hora caminando y ahí estaba frente a mi, como si fuera un espejismo en el norte. Häagen Dazs.

Me apresuré al local, entre sigilosamente, comencé a mirar los helados que tenían y lo vi: Macadamia Nut Brittle. No lo dude ni un segundo y pedí un vasito con el sabor sin ni siquiera importarme los 2.40 pounds que íba a tener que pagar por una mísera bola (como 1900 pesos chilenos).

Salí por la puerta reluciente, como si ese fuera el mejor día, como si ese fuera mi helado favorito y sólo tuviera la suerte de encontrarlo de vez en cuando y exclusivamente en Europa. Tome mis audífonos, puse play y comencé a caminar por una calle parecida al Paseo Ahumada, a Avenida Valparaíso y fui inmensamente feliz. Creo haber sido la única persona que sonreía en esa calle y no estaba preocupada de caminar más rápido, de mirar las tiendas antes que las cerraran, simplemente quería disfrutar y lo hice. Poco me falto para chupetear todo el vaso antes de tirarlo a la basura. Que triste fue cuando termino pero así es la vida, todo acaba.

Gracias Londres! Gracias Häagen Dazs!

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