viernes, 19 de noviembre de 2010

Papallona

A veces me despierto confundida. No sé muy bien dónde estoy, no sé muy bien qué estoy haciendo y no logro entender cómo este tiempo ha pasado tan rápido. Me pregunto el cómo será el próximo año y no soy capaz de visualizarlo. No me veo ni en Chile ni acá, ni estudiando ni no, ni feliz ni triste. Simplemente, no me veo.


Hace un tiempo no había forma que aprendiera esta palabra, trataba y trataba pero no tenía sentido para quedarse impregnada en mi cabeza. Hoy, ya no la puedo olvidar, me la encuentro incesantemente todos los días, la veo, la escucho, la siento y me siento como ella. Papillona. No puedo parar de moverme, me cuesta estar quieta en un lugar sin meditar en todo lo otro que podría estar haciendo y termino viendo a la inmovilidad como algo que podría ser peligroso. Me doy tiempos de parar pero en un instante algo que me dice que es mejor seguir.


Ya son más de ocho meses los que llevo dando vueltas y sé que debo haber aprendido cosas, pero aún no noto claramente cuáles son o qué frutos darán después. La verdad es que no sé si gane o perdí más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario