sábado, 4 de diciembre de 2010

Mente blanca

Observo hacía los lados buscando, esperando que alguien aparezca, que vibre mi celular en el bolsillo justo antes de entrar y correr. Pero por más que miro en el fondo sé que no pasará, esas cosas sólo existen en mi imaginación de niña. Las sorpresas ya no se dan y creo que yo también deje de darlas.

...

El frío se hace más fuerte y el blanco tiñe todo como si fuera un color. Las estaciones, los árboles, las casas. De vez en cuando se deja entrever uno que otro prado verde con nieve que lo cubre a medias. El otoño en el norte es peor que un agosto chileno, pero aún así tiene algo que me atrae. Sonrió como si nunca en la vida hubiera visto nevar.

Sonrió y la mente se va a blanco a ratos, cosa que muy seguido no pasa. Se va y vuelve pensando en que quizás tantas ganas de volver a veces no tengo.


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